Mando de aire acondicionado mostrando temperatura ajustada a 22 grados

La partida destinada al pago del recibo de la luz se ha disparado en los dos últimos años. Un reciente análisis de la organización de consumidores Facua concluye que la factura eléctrica sigue siendo un 26% superior a la de noviembre del 2020 a pesar de que se encuentra lejos de los máximos alcanzados hace unos meses. Sin embargo, hay margen para reducir este gasto porque cerca del 70% de los hogares tiene más potencia eléctrica contratada de la necesaria, según una encuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Cometencia (CNMC).

Los consumidores a menudo se plantean si sale a cuenta cambiar la potencia contratada, un gasto fijo que se paga en la factura independientemente del consumo que se haya hecho. Llevar a cabo esta modificación, no obstante, es una de las medidas más efectivas para reducir el importe del recibo, aunque hay que estudiar bien el cambio, ya que la potencia eléctrica -que se mide en kilovatios- determina la cantidad de aparatos eléctricos que se pueden conectar a la red de manera simultánea. Sobrepasar esta potencia provocará que salte el Interruptor de Control de Potencia (ICP) del cuadro eléctrico -lo que se conoce como «saltar los plomos»-  y se produzca un corte de electricidad.

Fuente: La Vanguardia